No me refiero a tabletas de chocolate. Si no a esos fantásticos mini ordenadores que nos facilitan el consumo de contenidos desde hace relativamente poco tiempo. Es una forma de generalizar esta invasión tecnológica y que se quiere infectar a los más pequeños de la casa. Sí, que si se quiere meter una tabletita en casa no se vaya con “es para que se divierta el niño con los juegos”. Vamos a ver. Es divertido pasar un rato enseñando cosas a los peques con nuestros cacharros tecnológicos preferidos y en momentos puntuales sacan de un aprieto, pero no hace falta comprar a niños de 5, 6 ó 10 años tecnología con la excusa de que les gusta. Eso sí, si se va a estar con estos dispositivos al lado del niño a modo de convivencia, se acepta. Pero eso de que “se lo compro para que juegue él y se divierta”, suena a pasar el marrón del niño a una máquina. ¡Vamos, no fastidies!
Disfrutad de los pequeños de la casa ya seáis padres, tíos, abuelos o amigos de la familia. Que tiempo ya tendrán de estar ensimismados con “nuestras chorradas” más adelante, ya sea por ocio o por la extinción inevitable del papel que les ayudará también (espero) de no parecer mozos de carga y descarga. Y tranquilos, que el instinto tecnológico ya lo tienen adquirido desde que vienen a este mundo inundado de tecnología.